Enfoque
En las últimas décadas, la desinformación se ha consolidado como una amenaza significativa para la integridad de los procesos democráticos, especialmente durante las elecciones. Tanto en Europa como en Estados Unidos, las campañas electorales han sido objeto de manipulación informativa y especialmente a través de plataformas digitales, lo que ha generado preocupaciones sobre la transparencia, la equidad y la confianza pública en los resultados. La desinformación ha dejado de ser un problema aislado para convertirse en un desafío global que afecta de manera transversal a las democracias del mundo.
Este capítulo examina las principales líneas de actuación desarrolladas por las instituciones europeas en las elecciones al Parlamento Europeo 2024, así como las medidas implementadas por las instituciones de los Estados Unidos para mitigar este fenómeno en las elecciones de este mismo año, 2024.
Así, el principal objetivo de este estudio es analizar cómo las instituciones de ambos bloques han respondido ante la desinformación en el contexto electoral. A través de un enfoque comparativo, se identifican similitudes y diferencias en las medidas adoptadas en Europa y Estados Unidos. La metodología utilizada es descriptiva, basada en el análisis de las políticas e iniciativas implementadas por ambas regiones en los últimos períodos electorales.
Los resultados del análisis muestran que, aunque ambos bloques comparten el desafío de combatir la desinformación, las respuestas institucionales son significativamente diferentes. Ambos enfoques han logrado avances en la visibilidad y detección de desinformación, pero han enfrentado dificultades para implementar medidas preventivas eficaces a largo plazo, en parte debido a la falta de consenso político y la rápida evolución de las tácticas de desinformación.
En conclusión, la desinformación sigue siendo un reto persistente para la democracia, y las respuestas institucionales deben ser dinámicas y adaptativas. Aunque los esfuerzos realizados en ambos bloques son valiosos, las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes para erradicar completamente el problema. Este capítulo concluye que una mayor cooperación internacional y una regulación más robusta de las plataformas digitales son fundamentales para abordar la desinformación de manera efectiva. Las experiencias comparativas entre la UE y EE.UU. subrayan la importancia de un enfoque integral que involucre tanto a los gobiernos como a las empresas tecnológicas y a la sociedad civil.
Andreu Casero-Ripollés
Comentó el 21/11/2024 a las 18:35:27
Estimados Ester, Iván y Concha. Muchas gracias por vuestra presentación. Tengo una pregunta en relación con su contenido: ¿Qué medios aplicados por la UE y EE. UU. para luchar contra la desinformación electoral pensáis que son más y menos efectivos y por qué? Gracias por vuestra respuesta de antemano. Saludos.
Iván Romero Ramírez
Comentó el 26/11/2024 a las 22:15:46
Gracias por la pregunta. En la lucha contra la desinformación electoral no se deben desaprovechar las herramientas que puede aportar la regulación del estado, que siempre suma a la iniciativa propia de los actores de las redes sociales. Y la Unión Europea está demostrando, cuanto menos, que se puede legislar sin coartar la libertad de expresión.
Un saludo.
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