Enfoque
La Unión Europea nace como respuesta a los conflictos internacionales, posicionándose así como actor global. Precisamente es eso lo que genera una reacción de los padres fundadores del proyecto europeo, crear una unión política-económica-comercial ante la volatilidad del entonces presente mundo. Sin lugar a dudas, la creación no llevaría consigo que todos los escenarios bélicos y de incertidumbre quedasen atrás, sino que se trataba de preparar una respuesta común a los numerosos retos que pudiesen aparecer. Desde 2009 la UE parece estar bajo una crisis permanente: el reto del Brexit y los capítulos de negociación; el auge de movimientos euroescépticos y de partidos de extrema derecha; flujos migratorios; COVID-19; cuestionamiento del Estado de Derecho y de la supremacía del derecho europeo; guerras híbridas y campañas de desinformación (Creutz, Iso-Markku, Raik y Tiilikainen, 2019). Además, la Unión Europea tiene implicación externa. Como si de un estado se tratase, la diferencia entre la política interior y exterior quedó establecida por el Tratado de Lisboa (2009), estableciéndose de este modo el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), reivindicándose el rol de la UE como actor global. El compromiso a facilitar procesos de paz en terceros lugares quedó definido por la burbuja estratégica (Strategic Compass en inglés) de la Unión hasta 2030 (2022). La Guerra en Ucrania está actualmente marcando la acción exterior de la UE, no sin renunciar a su compromiso por estabilidad en zonas como los Balcanes occidentales u Oriente Medio, entre otras. Este simposio invita a la reflexión, no exclusivamente, sobre las distintas líneas de investigación:
- Diplomacia Pública. La UE en el mundo
- La UE como actor internacional. Transformación de conflictos
- Instituciones europeas: retos y oportunidades
- Tratamiento informativo de los conflictos internacionales
- Las redes sociales y su monitoreo en tiempos de conflictos
- Estrategias de comunicación y campañas de comunicación pública